Bienvenidos

Sé que el blog parece abandonado, pero no es así. Simplemente es que el curro (¡que no falte!) no me permite dedicarle el tiempo que necesita para hacer las cosas bien. Así que por favor, un poco de paciencia.

Procuraré contestar todos los comentarios

Gracias por vuestra atención.



Este es un blog dedicado a diversos aspectos del llamado "cine de guerra" o "cine bélico". Los comentarios están dedicados a relacionar películas, libros, directores, actores, y cualquier otro tema que tenga que ver con dicho tipo de cine

Si te interesa alguna película de guerra en particular quizás está comentada en el BLOG PRINCIPAL. Pasate por allí para comprobarlo.

lunes, 21 de diciembre de 2009

¿Cuál fue la peor época para el cine de guerra?

Quien te ha visto y quien te ve.
Fotogramas de "El desafío de las aguilas y "Cerco roto"


La idea de este comentario surgió gracias a Sushi de Anguila. En mi otro blog estoy dedicando una serie de entradas a auténticos bodrios del cine bélico. Producciones que no merecerían ser calificadas como "películas" aunque lo sean. Está claro que para saborear lo bueno hay que conocer lo malo, pero a veces lo malo es horororoso. Generalmente hay un acuerdo general sobre que películas pertenecen a dicha categoría. No creo que alguien se sienta un perro verde cuando dice que "Cerco roto" es una basura en una conversación sobre cine con unos amigos tomando unas cervezas. En ese sentido puede decirse que hay un cierto consenso con algunos ejemplos de ese tipo de desastres cinematográficos.


No puede faltar el estereotipo de nazi malo malísimo de las SS con cruz de hierro incluida y mirada torva
(Fotograma de la cinta "De Dunkerque a la victoria")



También entre los títulos comentados en el blog de von Kleist han aparecido algunos de estos pestiños, así como en foros dedicados a la historia militar. Alguna vez, los participantes en dichos foros han comentado que la peor época del llamado cine bélico corresponde al período de finales de los años 70 y principios de los 80. Y sin embargo en ese período hay unos cuantos hitos como "Apocalypse Now" (1979) que marcaron un antes y un después en la forma de hacer, no sólo cine de guerra, sino cualquier tipo de película.



¿Qué hace un monstruo como tú en una película de guerra como esta?
Fotograma de "La fortaleza maldita". (origen)



Lo cierto es que películas bélicas malas las ha habido en cualquier época, pero parece que se concentraron especialmente en esos años. Por un lado, la sociedad estaba convulsionada después del resultado de la Guerra de Vietnam y no estaba para ver tiros en la pantalla. Por otro los guiones ya parecían refritos de anteriores éxitos de Hollywood. Para empeorar las cosas, esas producciones eran de muy bajo presupuesto, por lo que la sensación de cutrez era visible en cada fotograma.



- Dime Peter ¿qué hacemos aquí
- No lo se, Robert, no lo se.

Fotograma de "La batalla de Anzio". (origen)



Sin embargo también hay quien opina que la peor época fue la de finales de los años 60 y principios de los 70. Nuevamente tenemos a la Guerra de Vietnam por medio, pero en este caso lo que hay es una sociedad completamente opuesta al militarismo. Si bien es cierto que en el año 1967 se estrenaba "Doce del patíbulo", también es cierto que aparecen títulos tan deleznables como "La fortaleza". Hay sin embargo una diferencia con respecto a la anterior época indicada. Muchas de estas producciones tienen un gran presupuesto, los efectos especiales solían ser buenos e incluso los actores protagonistas eran de primer nivel. Sin embargo los resultados fueron contrarios a lo esperado, generalmente porque los guiones eran de muy baja calidad.


Reflexionando un poco, creo que para mí la peor época fue la de finales de los 70 por lo expuesto anteriormente. Fue una combinación letal de cutrez cinematográfica, bajos presupuestos, malos guiones y malos intérpretes. Y en opinión de los lectores ¿cuál fue la peor época y porqué?



No hay que preocuparse. Siempre habrá alguien que lo haga peor
(Fotograma de la cinta "La batalla de las Árdenas")

viernes, 4 de diciembre de 2009

Actores del cine bélico: Richard Todd



Nos acaba de dejar Richard Todd. Es uno de los muchos ejemplos de actor-soldado tan frecuentes en el cine de los 50 y 60.

Como soldado participó en la Operación Tonga durante el desembarco de Normandía. Su unidad llegó como refuerzos al grupo que había tomado el puente Pegasus. Allí combatió bajo el mando del Major John Howard, al cual daría vida en la película "El día más largo".





Después de la guerra volvió a su oficio de actor. En 1955 interpretó su papel más famoso: el comandante Guy Gibson en "The Dam Busters". Pero lo más curiosos es que la celebridad llamó a su puerta y no pudo aprovecharla. Ian Fleming le seleccionó para interpretar a James Bond en la película "Dr. No". Sin embargo estaba comprometido con otro rodaje y el papel fue a parar a un actor escocés desconocido llamado Sean Connery. Tras el éxito, Todd intentó protagonizar otro film basado en las obras de Fleming pero sin éxito.

Y ya de paso, aprovecho para hacer un pequeño homenaje a otro actor que se nos ha ido, aunque este es conocido por otro género totalmente distinto. Paul Naschy, el mejor representante del terror spanish style. Al parecer tiene el record de ser el único actor que ha interpretado a los siguientes iconos: Drácula, el Hombre-Lobo, Frankestein, Fu Manchú y la Momia.





Descansen en paz


miércoles, 2 de diciembre de 2009

Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet”

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Si quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Propaganda, Historia y Segunda Guerra Mundial

La idea de esta entrada se la debo a una intervención de maese Alatriste en el blog principal.


Antes y durante la IIGM todos los contendientes realizaron una gran cantidad de películas de propaganda, pero entre ellas destacan aquellas que tomaban como base sucesos bélicos del pasado y se represetaban de la forma más épica posible. Normalmente no se escatimaron esfuerzos, ni humanos ni económicos, para realizar dichas producciones. La única excepción a la regla es Japón cuyos principales films de propaganda son animados y muestran hazañas contemporáneas al conflicto bélico.






Los italianos fueron los primeros en llevar a la pantalla la gesta de una de sus principales figuras históricas. Realizada con la idea de justificar en la pantalla el expansionismo italiano en África fue un fracaso de proporciones tan colosales como la propia historia que cuenta. El principal mérito de esta película de 1937 es que casi acaba con la industria del cine italiano debido a la inmensa deuda que generó.









La URSS realizó en 1938 esta película épica sobre la vida de uno de sus héroes nacionales en la lucha contra los alemanes: el príncipe Alexander Nevsky. Einsenstein realizó una de sus obras maestras y no se cortó un pelo en representar a los teutones como unos nazis de la Edad Media. Grandes movimientos de masas, interpretaciones sentidas, escenas espectaculares y una gran partitura de Prokofiev fueron los componentes de este éxito. Lo malo es que al poco tiempo del estreno se firmó el pacto Molotov-Ribbentrop y la película fue retirada de las pantallas como síntoma de los nuevos tiempos de amistad y alianza de totalitarismos. No se reestrenó hasta 1941, tras la invasión alemana de la URSS.









Tambien estrenada en 1938, esta película es una especie de arrepentimiento cinematográfico por parte de Jean Renoir, pero que simbolizaba el dilema moral de la sociedad francesa. La gente no deseaba una nueva guerra después de la terrible experiencia de 1918, pero a finales de la década de los 30 estaba cada vez más claro que la amenaza alemana era cada vez más ominosa y no se iba a detener con proclamas pacifistas ni tratados de no agresión. Una película que llegó demasiado tarde con su mensaje de "La patrie en danger!".









Realizada con el mismo objetivo que la anterior, galvanizar a una sociedad que hasta el momento sólo había recibido mensajes pacifistas por parte de sus gobernantes, la película de Howard Hawks triunfó donde la de Renoir fracasó. Hawks utilizó a un héroe del pueblo llano con el que el público podría identificarse facilmente y lo enfrentó al dilema moral de elegir entre sus convicciones religiosas y sus convicciones éticas.








Como gran amante de la historia Churchill tenía muy claro que si había una cosa que pudiera levantar la moral del pueblo inglés en su quinto año de guerra era un drama épico de Shakespeare. Así que no dudó en encomendar la tarea al mejor actor británico del momento. Laurence Oliver penó que no era el más indicado y le comentó a William Wyler si quería dirigirla. Wyler le contestó que sólo él podía llevar a la pantalla a Shakespeare con éxito.






No deja de ser curioso que si los fascistas fueron los primeros en fracasar con una película de propaganda épica fueran los nazis los que realizaran la última de la IIGM y que también fracasaran. En este caso, gran parte de culpa la tiene la escasez de salas cinematográficas que había al final de la guerra, pero también lo tiene el hecho de que las virtudes cinematográficas de esta cinta son más bien escasas. La película comenzó a rodarse en 1943, pero no se estrenó hasta enero de 1945. Fue un auténtico derroche de recursos y de dinero.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Actores del cine bélico: José Luis López Vazquez



Charles Chaplin dijo que José Luis López Vázquez era uno de los tres mejores actores que había conocido en su vida (George Cukor se lo quiso llevar a Hollywood). Aunque fue mucho más conocido por sus papeles de hombre sencillo "typical spanish", lo cierto es que hizo de todo. Porque Jose Luis López Vazquez fue uno de esos actores que hizo cine cuando no había subvenciones y que llegó a pasar apreturas en ocasiones, por lo que no le hizo ascos a ningún papel. Tiene interpretaciones memorables ("Plácido", "El pisito", "Mi querida señorita" o la "Trilogía Nacional" de Berlanga), pero también las tiene deleznables ("Profesor Eroticus", "¡Qué verde era mi duque!"). Entre sus 259 papeles tiene personajes como el de inquisidor, el de inspector de policía decimonónico, el de padrino de familia numerosa, incluso de asesino psicópata ("El bosque del lobo"). Y por supuesto también vistió uniforme en alguna de sus películas.






"Los guardiamarinas"





"Operación Mata-Hari"





"Mi general"





Se nos ha ido un GRANDE.






Links relacionados:

Homenaje en "El séptimo cielo"


jueves, 22 de octubre de 2009

Violencia gratuita


Dicen que envejeces cuando dejas de asombrarte. Y reconozco que mi capacidad de asombro ante algunas estupideces cometidas por el género humano mengua día a día, por lo que estoy un poco preocupado. Pero afortunadamente el abnegado colectivo de funcionarios de nuestras numerosas administraciones públicas está siempre vigilante y se esfuerza en otorgarnos nuestro momento de asombro semanal rejuvenecedor.


En mi caso la noticia que ha conseguido que mis ojos se pongan como dos platos y se me abra la cavidad bucal ha sido la noticia de que el Instituto del Cine y las Artes Visuales ha decidido que la película "Saw VI" sea calificada como "X" por apología de la violencia. Tras leer la noticia no sabía si estaba ante una estrategia de marketing o si el funcionario de turno estaba reviviendo un episodio de la serie "Cuentamé" en el que las películas eran calificadas como "S" por su contenido violento y/o erótico.





Yo he visto las dos primeras entregas de la saga "Saw". La primera me gustó. Algo gore pero al menos era original. La segunda ya me pareció casquería pura, y como a mí el gore no me va mucho, dejé de seguir la saga y por eso no creo que vaya a ver "Saw VI". Supongo que su guión será muy parecido a los anteriores. Muertes muy truculentas y el sádico de Jigsaw escapándose al final al estilo de cualquier villano sanguinolento de una saga de terror adolescente (Freddy, Jason, Michael Myers, etc.).


Porque si yo he visto hace poco una película que sí hace apología de la violencia de manera descarada es "Malditos Bastardos" de Tarantino. En esa película se cumplen las siguientes normas.


1.- El nazi bueno, es el nazi muerto
2.- Torturar nazis es bueno, es divertido, es deporte y es arte.
3.- Todo alemán es un nazi
4.- Aquel alemán que no sea un nazi es un psicópata y seguramente merece morir.
5.- En caso de duda, aplicar las reglas número 1 y número 2.





Tarantino banaliza completamente la violencia que puede uno encontrarse en una guerra. En su película vemos que los que cometen las mayores barbaridades y salvajadas no son los alemanes, perdón, los nazis. Son la panda de descerebrados que siembran el terror arrancando cabelleras a diestro y siniestro entre las tropas nazis de la Francia ocupada. No se, hasta ahora pensaba que mutilar a soldados y matar prisioneros de forma brutal a sangre fría era considerado un crimen de guerra. Pero para los muchachos judíos de Aldo es un entretenimiento alentado por sus superiores, como hacían los nazis de verdad. Quizás es que Tarantino escribió así el guión a sabiendas. O quizás no y simplemente es que le gusta la violencia gratuita.

¿Censurarán también el re-estreno de "La naranja mecánica"?


Links relacionados:


Crítica a "Inglourious Basterds" en el blog de von Kleist
Comentario en Curioso pero de Cine.
Comentario en el blog de Ramón Monedero

domingo, 6 de septiembre de 2009

Personajes arquetípicos del cine bélico: el loco


origen de la imagen


Leonardo da Vinci consideraba a la guerra como una locura bestial. No hay duda de que lo es. Aunque, tal y como señala el libro de Norman Dixon, la inmensa mayoría de los que tienen la desgracia de verse involucrados en un conflicto bélico son gente bastante cuerda y sensata. Pero a veces entre los militares, como en otras actividades, se encuentran personas desequilibradas. Y claro, no es lo mismo un sombrerero loco que un soldado armado loco. Como podemos imaginar, cuanto mayor es el grado de responsabilidad, mucho peores son las consecuencias que puede acarrear esa locura.

El cine también ha tratado el tema de la locura y la guerra en varias ocasiones. El personaje de loco ha dado mucho juego. En unos casos es una presencia anecdótica como los locos escapados del manicomio que aparecen en "Un puente lejano". En otros como "Uno Rojo, división de choque" es un atrezzo para intentar simbolizar la locura bélica: los cuerdos se matan entre sí mientras los locos se respetan. La locura incluso ha llegado a ser el leitmotiv de la trama, como puede verse en "Trampa 22". Dejando de lado la psicología y la psiquiatría, fundamentalmente hay dos tipos de locos en el celuloide:



Tipo 1: Aquellos que se vuelven locos debido a la guerra.

Tipo 2: Aquellos que están locos antes de la guerra.




Los personajes del tipo 1 son los más abundantes. Y de nuevo tenemos aquí una completa gradación en cuanto a su nivel de protagonismo. La mayor parte de las veces aquellos que han perdido la cordura aparecen durante unos cuantos fotogramas, como un elemento del decorado que recalca el mensaje de que la guerra es una locura bestial. Suelen ser representados como personas con la mirada vacía y que pueden estar murmurando algo de manera repetitiva. Otras veces es uno de los protagonistas el que acaba loco, generalmente hacia el final de la cinta, después de haber padecido horrores sin nombre. Un ejemplo muy claro lo tenemos en el personaje de El teniente en la película "Cuatro de Infantería".





Algunas películas no sólo han tratado el trauma que causa la locura, sino también el tratamiento de dichas personas para poder recuperarlas. Es el caso de "Birdy" o de "Regeneración". Ambas tienen en común el mostrar el poder curativo de la amistad. La última tiene el interés añadido de que no sólo muestra el punto de vista de los pacientes, sino también el del médico que tiene que tratarles.

Pero sin duda los personajes más interesantes del tipo 1 son aquellos sobre los cuales descansa una parte esencial de la película en la que participan. Creo que hay cuatro que todo aficionado al cine siempre tiene presentes.





Lope de Aguirre en "Aguirre, la cólera de Dios"


Kinski y Herzog consiguieron plasmar perfectamente lo que significa hacer un viaje de la cordura a la locura. El director supó desde el primer momento que Kinski era el actor indicado para este papel, pero ambos tenían puntos de vista diferentes de como debía de ser interpretado. Kinski opinaba que Aguirre debía ser un ser descontrolado y salvaje. Herzog opinaba todo lo contrario, cuanto más tranquilo, más amenazante y peligroso resultaría. Herzog se salió con la suya con el siguiente truco: antes de empezar a rodar solía cabrear a Kinski para que, una vez ya hubiera explotado y gritado lo suficiente, aún le quedara el resquemor y el odio.




El coronel Kurtz en "Apocalypse Now"

Probablemente el arquetipo de persona normal a la que la experiencia de la guerra desquicia por completo. Kurtz, tercera generación en West Point y segundo de su clase, pasa de ser una de las mejores promesas del ejército estadounidense a convertirse en el líder espiritual de una banda de nativos cuyo principal entretenimiento es el de cortar cabezas de todo aquel que no les cae simpático. El personaje de Chef (Frederick Forrest) lo define como un loco, pero el periodista (Dennis Hopper) lo describe como el último de los guerreros-poetas.




El coronel Nicholson en "El puente sobre el río Kwai"

Considerada como una de las mejores interpretaciones de Alec Guinnes. El comportamiento de Nicholson hace bueno el dicho: el infierno está empedrado de buenas intenciones. Todo está hecho de acuerdo al reglamento y con vistas a elevar la moral de la tropa. Todo es normal. Pero esa actividad "normal" significa ayudar al despiadado enemigo que les tiene cautivos y estar orgulloso de ello. Sólo al final, cuando ya es demasiado tarde, Nicholson recupera la cordura y se dará cuenta de lo que ha hecho.




El capitán Queeg en "El motín del Caine"

El personaje interpretado magistralmente por Humprey Bogart es un producto del estrés de combate aunque nunca haya llegado a combatir. Una persona aparentemente preparada para un puesto de responsabilidad se manifiesta como un cobarde paranoide cuando está bajo presión. Sin embargo, aunque inicialmente el espectador siente desprecio por su comportamiento, finalmente lo que siente es lástima.






En cuanto a los personajes del tipo 2, aquellos que estaban locos antes de la guerra, quizás no sean tan abundantes en las películas de guerra como los de tipo 1. Pero han dejado una huella profunda, pues los efectos de su locura gozan de una especie de aura de "normalidad" sobre el trasfondo del conflicto bélico. Es el caso del General Tanz (Peter O'Toole) en "La noche de los generales", o de Archer Maggot (Telly Savalas) en "Doce del patíbulo". Nada mejor que una guerra para que un psicópata asesino de rienda suelta a sus fantasías. Entre tantos horrores, los suyos pueden pasar perfectamente desapercibidos.






Aunque en mi opinión, el mejor personaje de este tipo es el general Jack D. Ripper interpretado por Sterling Hayden en "Teléfono Rojo. ¿Volamos hacia Moscú?". Hayden encarnó a una de las peores pesadillas del mundo contemporáneo: que alguien con acceso a armas atómicas decida iniciar una guerra nuclear por su cuenta. Kubrick y su equipo de guionistas consiguieron crear a uno de los más delirantes y paranoicos personajes del séptimo arte. Su diálogo con Peter Sellers en el que explica que la fluorización del agua es una conspiración comunista para contaminar los preciosos fluidos corporales de los estadounidenses es una de las mejores partes de dicha película.

Y es que es muy malo perder la calma.