Leonardo da Vinci consideraba a la guerra como una locura bestial. No hay duda de que lo es. Aunque, tal y como señala el libro de Norman Dixon, la inmensa mayoría de los que tienen la desgracia de verse involucrados en un conflicto bélico son gente bastante cuerda y sensata. Pero a veces entre los militares, como en otras actividades, se encuentran personas desequilibradas. Y claro, no es lo mismo un sombrerero loco que un soldado armado loco. Como podemos imaginar, cuanto mayor es el grado de responsabilidad, mucho peores son las consecuencias que puede acarrear esa locura.
El cine también ha tratado el tema de la locura y la guerra en varias ocasiones. El personaje de loco ha dado mucho juego. En unos casos es una presencia anecdótica como los locos escapados del manicomio que aparecen en "Un puente lejano". En otros como "Uno Rojo, división de choque" es un atrezzo para intentar simbolizar la locura bélica: los cuerdos se matan entre sí mientras los locos se respetan. La locura incluso ha llegado a ser el leitmotiv de la trama, como puede verse en "Trampa 22". Dejando de lado la psicología y la psiquiatría, fundamentalmente hay dos tipos de locos en el celuloide:
Tipo 1: Aquellos que se vuelven locos debido a la guerra.
Tipo 2: Aquellos que están locos antes de la guerra.
Los personajes del tipo 1 son los más abundantes. Y de nuevo tenemos aquí una completa gradación en cuanto a su nivel de protagonismo. La mayor parte de las veces aquellos que han perdido la cordura aparecen durante unos cuantos fotogramas, como un elemento del decorado que recalca el mensaje de que la guerra es una locura bestial. Suelen ser representados como personas con la mirada vacía y que pueden estar murmurando algo de manera repetitiva. Otras veces es uno de los protagonistas el que acaba loco, generalmente hacia el final de la cinta, después de haber padecido horrores sin nombre. Un ejemplo muy claro lo tenemos en el personaje de El teniente en la película "Cuatro de Infantería".
Algunas películas no sólo han tratado el trauma que causa la locura, sino también el tratamiento de dichas personas para poder recuperarlas. Es el caso de "Birdy" o de "Regeneración". Ambas tienen en común el mostrar el poder curativo de la amistad. La última tiene el interés añadido de que no sólo muestra el punto de vista de los pacientes, sino también el del médico que tiene que tratarles.
Pero sin duda los personajes más interesantes del tipo 1 son aquellos sobre los cuales descansa una parte esencial de la película en la que participan. Creo que hay cuatro que todo aficionado al cine siempre tiene presentes.
Lope de Aguirre en "Aguirre, la cólera de Dios"
El coronel Kurtz en "Apocalypse Now"
En cuanto a los personajes del tipo 2, aquellos que estaban locos antes de la guerra, quizás no sean tan abundantes en las películas de guerra como los de tipo 1. Pero han dejado una huella profunda, pues los efectos de su locura gozan de una especie de aura de "normalidad" sobre el trasfondo del conflicto bélico. Es el caso del General Tanz (Peter O'Toole) en "La noche de los generales", o de Archer Maggot (Telly Savalas) en "Doce del patíbulo". Nada mejor que una guerra para que un psicópata asesino de rienda suelta a sus fantasías. Entre tantos horrores, los suyos pueden pasar perfectamente desapercibidos.
Aunque en mi opinión, el mejor personaje de este tipo es el general Jack D. Ripper interpretado por Sterling Hayden en "Teléfono Rojo. ¿Volamos hacia Moscú?". Hayden encarnó a una de las peores pesadillas del mundo contemporáneo: que alguien con acceso a armas atómicas decida iniciar una guerra nuclear por su cuenta. Kubrick y su equipo de guionistas consiguieron crear a uno de los más delirantes y paranoicos personajes del séptimo arte. Su diálogo con Peter Sellers en el que explica que la fluorización del agua es una conspiración comunista para contaminar los preciosos fluidos corporales de los estadounidenses es una de las mejores partes de dicha película.
Y es que es muy malo perder la calma.
8 comentarios:
Entrada muy chula, Mayor.
A bote pronto, me acordaba ahora del personaje de Boris Karloff en "La Patrulla", de John Ford.
Un saludo
Birdy, una película a comentar cuyo final inesperado y absurdo (que parecía copiar al de cintas bastante pretenciosas) me puso una sonrisa de oreja a oreja (contrapunto al emocionante monólogo de Cage que por una vez me hizo sentir ALGO). A ver cuando viene el comentario.
Y el personaje de Savalas y el careto y énfasis que pone cada vez que alude a alguna ¨mujer¨ también son dignos de recordar (antecedente digno al bueno de Max Cady).
Buenas
Gracias por los comentarios
Gracias por el apunte Myles. El personaje de Sanders en "La patrulla perdida" es otro de esos locos que van desquiciándose poco a poco debido a la presión del combate.
Billy tienes razón en que "Birdy" y otras de temática similar se merecen ser comentadas en el blog principal. A ver si lo puedo hacer antes de las navidades. En cuanto a Savallas, me quedo con la escena en la que le dejan en la garita mientras se corren la juerga. Vaya careto.
Un saludo
Hola, Mayor: quería destacar la actuación e Boris Karloff en "Patrulla perdida" de John Ford en la que interpreta a un fanático religioso que termina creyéndose un profeta -literalmente- en el desierto. Saludos.
Buenas
Gracias Miquel por el comentario. Ya había contestado a Myles y he incluido el enlace al comentario de dicha película.
Un saludo
Se me ocurre el personaje de Nick (Christopher Walken) en "El cazador" y el del tipo que nunca habla, solo toca una ocarina, en "Stalag 17". Saludos
Buenas
Gracias Javier por el apunte de esos dos interesantes personajes.
Un saludo
Además del de la Ocarina que se ha mencionado o de Boris Karloff, me vienen algunos más a la lista.
Por un lado el "recluta Patoso" de "La Chaqueta metálica", por otra parte cualquier personaje de "La Delgada línea roja" (o unos cuantos) también pueden incluirse. Matt Damon en un momento de "Salvar al Soldado Ryan", cuando están defendiendo el puente y quedan poquitos...
y un etcétera, entre ellos Jack palance al final de ATtack, con una locura de Ira y Rabia... en Stalingrado también hay algún que otro personaje que acaba muy tocado.
Respecto a "Doce del Patíbulo" aunque el Loco es Savalas, siempre me encantó la "ida de olla" más que locura de Cassavettes.
Y como punto y aparte no nos podemos olvidar de Donald Shuterland en "Los Violentos de Kelly" (Kelly´s Heroes), ese se lleva la palma en cuanto a locura, sana, pero locura...
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